viernes, 27 de marzo de 2015

“Profesores excelentes” en América Latina y el Caribe o tras la “excelencia docente” en Colombia.



En una entrada anterior hicimos algunas reflexiones sobre este mismo tema. Queremos ampliar aquí un poco más sobre los informes que allí citábamos, para que aquellos que sólo quieren conocer un poco más y no leerán los trabajos completos puedan hacerse una idea un poquito más amplia del asunto. Aunque desde luego lo que da una verdadera dimensión de la situación es su lectura completa, pero desde una perspectiva crítica, pues si no se hace así, es posible que se pueda llegar a conclusiones que, al menos yo, no creo que se ajusten del todo a lo que necesitamos. En concreto me refiero a la necesidad de pasar de los análisis macro  y cuantitativos a hacer lecturas en lo micro y más cualitativos, en cada escuela, en cada contexto, para que, a la luz de lo que sabemos, sepamos comprender una realidad excesivamente compleja, como para ser simplificada en unas pocas conclusiones y grandes cifras. Entre los criterios esenciales que proponemos estaría mirar a nuestro alrededor y contrastar las grandes cifras con las realidades particulares que conocemos en profundidad. Ello a veces nos hará pensar en una interpretación más ajustada a nuestras necesidades. En definitiva se trataría de intentar reconocernos a nosotros mismos en esas conclusiones, sobre todo, para superar nuestras dificultades y amenazas que tenemos como institución educativa e insistir en nuestras fortalezas y oportunidades, con un trabajo colectivo y en equipo que nos permita alcanzar la deseada calidad docente.

Mientras escribía estas breves líneas, se desarrolló en Colombia el día “E” de excelencia educativa y considero que se deben hacer, igualmente, lecturas críticas de las ocurrencias para mejorar la educación. Pues dejar sin clases a todos los estudiantes del país un día más y cargar en la responsabilidad de los docentes exclusivamente la calidad del sistema, parece otro desatino. Son muchos los comentarios y críticas que se están generando en todos los medios de comunicación del país sobre el asunto. Entre otras muchas:


Pero sigamos con el asunto que nos ocupaba.

El informe, publicado en 2014 por el Grupo Banco Mundial, con el título “Profesores excelentes” Cómo mejorar el aprendizaje en América Latina y el Caribe. Se centra en la realización de “visitas no anunciadas a una muestra de escuelas representativa a nivel nacional (o del estado), un conjunto de observadores especializados aplicó un protocolo de investigación estandarizado denominado “foto de la clase” de Stallings” y Knight (2003).

Dicho trabajo se inicia destacando que en la última década, 80 millones de personas salieron de la pobreza en la región, que la cobertura en educación primaria se hizo casi universal y la cantidad de años promedio de permanencia se acerca a la media de los países de la OCDE. Resalta que “el mensaje positivo de este libro es que los países de toda América Latina y el Caribe …, en su agenda política, hacen especial hincapié en la calidad educativa.” Y para ello se considera que la excelencia docente es la variable más decisiva. Se afirma que “Como parte de la preparación para este estudio, el equipo conformó la base de datos comparables a nivel mundial sobre práctica docente en el aula más grande de la historia, con observaciones de más de 15.000 profesores de 7 países de América Latina y el Caribe”. El estudio se centra en la situación actual del profesorado de educación básica (preescolar, primaria y secundaria) y en la escuela pública de los países participantes (Brasil (Pernambuco, Minas Gerais, estado de Río de Janeiro y municipio de Río), Colombia y el Departamento de Antioquia, República Dominicana, Honduras, Jamaica, el Distrito Federal de México y Perú). Asímismo, El informe considera que los docentes son actores claves en el esfuerzo de la región por mejorar la calidad y los resultados educativos y que estamos en un momento verdaderamente complejo en desempeño de la función.

“Los objetivos del estudio son los siguientes:
• medir el desempeño actual de los profesores de América Latina y el Caribe respecto de parámetros establecidos, e identificar las principales dificultades;
• compartir la evidencia más reciente sobre las reformas a las políticas docentes que se están implementando en distintos países de la región;
• analizar el margen político para aplicar más reformas en la región.”

De dicho estudio se extraen seis mensajes generales:

• “La baja calidad promedio de los profesores de América Latina y el Caribe es la principal limitación que impide el avance educativo en la región …

y, en consecuencia, restringe la contribución del gasto nacional en educación a la reducción de la pobreza y la prosperidad compartida.

• La calidad de los profesores de la región se ve comprometida por un pobre manejo de los contenidos académicos y por prácticas ineficaces en el aula: los profesores de los países estudiados dedican un 65 % o menos del tiempo de clase a la instrucción (en comparación con la práctica de referencia, del 85 %), lo que equivale a perder un día
completo de instrucción por semana;
hacen un uso limitado de los materiales didácticos disponibles, especialmente de la tecnología de la información y las comunicaciones, y no siempre logran mantener la atención y la participación de los estudiantes.

• En la actualidad, ningún cuerpo docente de la región (con la posible excepción de Cuba) puede considerarse de alta calidad en comparación con los parámetros mundiales,
si bien durante la última década algunos países han logrado mejorar la calidad de los profesores y los resultados de aprendizaje de los estudiantes, especialmente Chile.

• Para formar cuerpos docentes de alta calidad, deben seguirse tres pasos fundamentales (reclutar, desarrollar y motivar mejores profesores),
y se dispone de una importante cantidad de experiencias de reforma en estos tres aspectos dentro y fuera de la región que puede orientar el diseño de mejores políticas.

• Durante los próximos 10 años, la reducción de la población en edad escolar en aproximadamente la mitad de los países de la región, especialmente del cono sur, podría facilitar en gran medida el proceso de elevar la calidad docente;
en la otra mitad de la región, en particular en América Central, la necesidad de contar con más profesores agravará el desafío.

El desafío más serio a la hora de elevar la calidad de los profesores no es fiscal ni técnico, sino político,
porque los sindicatos docentes de todos los países de América Latina son grandes y constituyen un actor políticamente activo; sin embargo, los casos de reformas exitosas continúan aumentando y ofrecen enseñanzas que pueden ayudar a otros países.”

Otras conclusiones importantes que saca el estudio es que “Las investigaciones recientes han ayudado a comprender mejor el modo en que el capital humano contribuye al crecimiento económico; así se ha determinado, con argumentos convincentes, que lo que importa no son los años de escolarización que completan los estudiantes, sino lo que verdaderamente aprenden”

En un capítulo dedicado a saber “¿Quiénes son los profesores de América Latina y el Caribe? y que ¿Qué sabemos acerca de las características y el desempeño de los profesores en América Latina y el Caribe? Los datos disponibles muestran un panorama inquietante.
En su mayoría mujeres, de posición socioeconómica relativamente baja. Cerca del 75 % de los profesores de América Latina son mujeres, pero el rango va desde un 62 % en México hasta un 82 % en Uruguay, Brasil y Chile. Los profesores son también más pobres que el conjunto general de estudiantes universitarios. Los datos sobre ingreso a las universidades muestran que los estudiantes que cursan carreras relacionadas con la educación son de condición socioeconómica más baja y tienen más probabilidades de pertenecer a la primera generación de sus familias que tiene estudios universitarios, que quienes ingresan en otras carreras.”

“Son pocos los estudios directos dedicados a cuánto saben los profesores latinoamericanos sobre los temas que enseñan, pero los trabajos existentes muestran una inquietante desconexión entre los títulos formales de los profesores y sus habilidades cognitivas. Nada menos que el 84 % de los profesores de sexto grado de Perú obtuvo puntajes inferiores al nivel 2 en una prueba realizada en 2006, en la que el nivel 3 equivalía al dominio de los conocimientos matemáticos correspondientes a sexto grado. En las pruebas realizadas en Colombia, Ecuador y Chile para medir el dominio sobre los contenidos entre los profesores, menos del 3 % de los profesores obtuvo puntajes considerados excelentes.”

El informe aporta, además, muchos datos para el análisis y la reflexión:

“Un país cuyo desempeño promedio en las pruebas internacionales es una desviación estándar superior a otro (aproximadamente la diferencia de 100 puntos entre México y Alemania en la prueba del Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos [PISA] de 2012) obtendrá cerca de 2 puntos porcentuales más de crecimiento anual del PIB a largo plazo.  Las diferencias entre el nivel promedio de las capacidades cognitivas de los países se correlacionan sistemática y sólidamente con las tasas de crecimiento económico a largo plazo.”

El otro informe del que hablamos es el realizado por la Fundación Compartir (2014) “Tras la Excelencia Docente”.  Cómo mejorar la calidad de la educación para todos los colombianos.
El presidente de la fundación inicia su presentación con estas palabras: “Colombia es uno de los países más desiguales de América Latina y el mundo. No seamos indiferentes: unámonos a la campaña Equivalientes  para cambiar esta realidad.”
Este informe “A partir de una comparación entre la política y la práctica del manejo docente en los países de alto desempeño educativo en el mundo y la situación actual de Colombia, la investigación detalla una ambiciosa propuesta sistémica de reforma educativa para el país, teniendo como eje central al docente.”
“La propuesta de política diseñada se sustenta en tres pilares: i) la revisión de prácticas del manejo docente en los sistemas educativos de mejor desempeño estudiantil en pruebas internacionales y la construcción de un marco de referencia para Colombia a partir de estos casos, ii) la evidencia empírica a nivel internacional sobre el impacto de innovaciones y proyectos a pequeña escala para mejorar el desempeño docente y de estudiantes y iii) un diagnóstico integral de la situación actual de los docentes colombianos.

Este estudio discute la importancia de la excelencia docente para el mejoramiento de la calidad educativa y —a partir de la comparación de los sistemas educativos de mejor desempeño con la política y práctica de manejo docente en Colombia— se detalla una ambiciosa propuesta sistémica de reforma educativa en Colombia que tiene como eje al docente.”

La Fundación Compartir, patrocinadora de la investigación “considera que para que una política pública responda a las verdaderas demandas de la sociedad y tenga un impacto positivo en la vida de los ciudadanos, es indispensable que esté sustentada en la investigación, en la evidencia académica y empírica, dejando de lado la intuición, la improvisación y los intereses de determinados grupos.” Esto último resulta muy interesante, en un país en el que la educación tiene una estructura descentralizada, el ministerio establece las normas y leyes generales, las secretarías departamentales, distritales o municipales gestionan la educación en sus territorios. Por lo que no es difícil encontrar planteamientos y propuestas de acción educativa que carecen de cualquier tipo de investigación o evidencia científica que avale o justifique tales propuestas.

Igualmente se plantea la investigación que “.., para lograr la excelencia educativa en Colombia, el estudio propone promover una mayor valoración social de la profesión docente; buscar que los mejores bachilleres accedan a la carrera docente; establecer estándares más altos en los programas de formación docente previa y en servicio (con énfasis en la práctica y la investigación pedagógica); acompañar a los docentes a lo largo de su carrera; mejorar la evaluación docente para lograr un mejoramiento continuo; y establecer esquemas más atractivos de remuneración que incluyan salarios e incentivos monetarios y en especie.”

Pero, como denominador común de casi todas las investigaciones actuales, en este caso también, se centró en el crecimiento económico y la competitividad. Con ello se pone de manifiesto el dominio utilitarista de los sistemas educativos, más allá de preocuparse de una formación para la igualdad, que dignifique el ser humano y, con ello, superemos la brecha entre ricos y pobres.

Así se expresa en esta informe:

 “En el capítulo 1 se analizan las evidencias mundiales y regionales sobre la importancia de los resultados educativos para el crecimiento económico y la competitividad, y la relevancia de la calidad de los profesores en dichos resultados.”

Esta frase del informe, revela de manera inequívoca el fin de este estudios, se trata de lograr mejores resultados económicos, más que humanizar y lograr una sociedad más justa y equitativa. Así los sistemas educativos caminan para convertirse cada vez más en mecanismos de formación de trabajadores, más que buscar la formación de ciudadanos críticos, solidarios y comprometidos con el ser humano en la búsqueda de sistemas de producción sostenibles, que busquen un reparto más justo de la riqueza.


En esa misma línea se afirma que “Los buenos docentes también tienen repercusiones económicas importantes. Por ejemplo, en el largo plazo, los impactos económicos de tener un maestro promedio en contraste a tener un maestro deficiente, son considerables y representan un retorno social en valor presente neto entre USD300,000 y SD400,000 por grupo de estudiantes (Chetty, Friedman y Rockoff, 2012; Hanushek, 2011). Asimismo, las inversiones en construcción escolar en lugares donde no había escuelas, tienen en el largo plazo un retorno económico positivo, aunque bajo en comparación con las inversiones en calidad docente (Duflo, 2001).”

Para ampliar la información y leer los informes aquí les dejo los enlaces:

El informe (Resumen español), publicado en 2014 por el Grupo Banco Mundial, con el título “Profesoresexcelentes” Cómo mejorar el aprendizaje en América Latina y el Caribe.


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